14 de febrero, San Valentín

Hay muchas teorías sobre el origen de San Valentín. Una de ellas cuenta que surgió a raíz de un clérigo de la antigua Roma llamado Valentín, y al que se le ejecutó por casar a parejas en secreto.

Valentín murió el 14 de febrero de 269 d. C., y en el año 496 d. C., el papa Gelasio estableció el 14 de febrero como el día de San Valentín.

Desde entonces, esta fiesta se ha ido popularizando como el día oficial en el que los amantes se intercambian regalos y mensajes de amor en honor a su patrón, San Valentín.

Aunque la realidad es que se ha ido afianzando en unos lugares más que en otros, pues en un alto porcentaje de lugares se la considera una fiesta consumista inventada por los centros comerciales. Sea lo que sea y donde sea, la verdad es que en vísperas de San Valentín solo tenemos que darnos una vuelta por nuestras ciudades para comprobar que todos los escaparates lucen repletos de corazones, vestidos de color rojo y plagados de propuestas que regalar.

Velas, pétalos y jabones muy decorativos con los que convertir tu cuarto de baño en un spa de amor, o simplemente decorarlo para conmemorar la fecha.

Las pastelerías lucen sus escaparates más dulces que nunca, con propuestas llenas de amor para los más golosos.

Las tiendas se esmeran en una fecha como esta en hacer que sea cual sea el detalle que vayas a regalar a tu pareja, tenga una presentación perfecta, y para ello se valen de papeles, cintas y tarjetas que convierten un pequeño detalle en un gran regalo.

La celebración de San Valentín suele tener lugar de dos en dos, en pareja y en la intimidad del hogar o en un restaurante.

Pero la realidad es que es un motivo de celebración como cualquier otro, y en ocasiones nos puede apetecer compartir nuestros sentimientos con otras personas, para ello debemos preparar una mesa que nos recuerde el motivo por el que nos encontramos allí. De igual manera que en Navidad decoramos el centro de la mesa con motivos propios de la fecha, ahora deberemos hacer lo mismo.

San Valentín es un día de pequeños detalles, un cojín, unas flores en la mesilla, una infusión al roma del amor, un camino marcado de pétalos…

Con todas estas cosas, solo te queda disfrutar!

Fotografías: Aunomdelarose, Marthastewart, Villeroy & Boch

Por Olaia Pellón