Actividades para la playa

Los primeros días de primavera en los que el sol se deja ver de lleno, las temperaturas suben y la luz nos obliga a utilizar gafas oscuras, nos volvemos locos. Parece que no podemos esperar más a disfrutar de todas esas bondades de la vida.

Es un poco pronto para ir a la playa a tomar el sol, a bañarnos en el mar, a hacer castillos… pero nuestra ansia de empezar a disfrutar de espacios al aire libre es tal que nos sirve cualquier excusa para acercarnos a pisar la arena.

Una de esas actividades que podemos poner en marcha durante estos primeros días de sol es la de salir a la playa a comer o a merendar al tradicional estilo picnic, o incluso a desayunar para comenzar el día cargados con la energía de los primeros rayos de sol.

Y ya que nos ponemos, vamos a hacerlo bien… Cojines sobre los que sentarnos, mantel de tela, tazas, vasos, cubierto, algún elemento decorativo… y todo ello bañado con el tradicional estilo navy que aunque nunca pasa de moda, este año está más de actualidad que nunca.

Incluso la tarea de cocinar la podemos llevar a cabo también sobre la arena si colocamos sobre ella unas tablas de madera que nos aporten seguridad sobre la que pisar y sobre la que colocar la plancha o la barbacoa, para que pise tierra firme y nuestra comida no corra el riesgo de acabar rebozada en arena.

Pasear descalzos sobre la arena será otra de las actividades más placenteras que podemos llevar a cabo durante estos días. Es una forma de relajarnos, de evadirnos, de despejar nuestra mente del largo e intenso invierno que hemos vivido, y de sentir la caricia de arena sobre nuestros pies, una de las mejores formas que existen de conectar nuestro cuerpo con la naturaleza, el contacto físico con ella.

Dormir en la playa es uno de los mayores placeres que existen… ¿alguien no lo ha probado? La brisa del mar nos acaricia mientras nuestra imaginación viaja por el mundo de los sueños…

Sacar la cama al exterior es un placer solo al alcance de unos pocos que cuentan con playa privada, o disfrutan de unas vacaciones en un hotel de lujo, pero hacerlo sobre una toalla o sobre una hamaca es algo que podemos hacer todos, y estos días en los que las temperaturas aún nos permiten hacerlo tapados con una sabanita, pueden hacer del momento de la siesta un placer elevado a la máxima potencia.

Dentro de unas semanas, la playa se convertirá en lo que de verdad es, una "tostadora universal", pero de momento, podemos sacarle todo el partido del  mundo.

Fotografías: Lexington