Dicen que para gustos los colores, pero nuestro gusto no es siempre el mismo, sino que está influenciado por multitud de factores que nos rodean, y en cada momento, nuestra tendencia natural puede verse alterada.
Dentro de algunas semanas la climatología llenará nuestros días de sol y es probable que nuestras apetencias sean muy diferentes a las de un día como el de hoy. Estos días de frío, a la hora de dormir buscamos una gama de tonalidades que nos hagan sentir bien, calentitos y arropados entre las sábanas. Los colores oscuros son más propios del invierno, parece que a la vista pesan y caen sobre nosotros arropándonos en las noches frías de estos meses.
Cuando la primavera empiece a aflorar los estampados coloristas llenarán de vida nuestros dormitorios, pero por el momento nos quedamos con otros motivos más otoñales.
Las rayas o cualquier otro estampado con los colores de la tierra, como marrones, ocres, arena… trasladan el invierno a nuestra habitación, y hacen que la decoración se fusione con el entorno.
Los colores lisos son más atemporales y propios para épocas de transición como la que vivimos en este momento.
Fotografías: Potterybarn