Las vistas de una vivienda son una de las razones de peso por las que alguien puede decidirse a comprarla o a deshecharla definitivamente.
Es un verdadero placer poder asomarnos a la ventana de nuestro hogar y no toparnos con el muro de ladrillo del edificio de al lado, sino poder disfrutar de una vista amplia y natural.
En este caso estos comedores se han situado justo al lado de unos amplios ventanales, lo que hace que el momento de la comida y la tertulia posterior sean mucho más agradables, pues podremos disfrutar del paisaje exterior mientras conversamos animadamente con nuestros compañeros de mesa.
Fotografías: Westelm