Una vez puesto lo indispensable, es el momento de ocuparse de los detalles, de esas cosas que son las que en definitiva nos harán la vida más fácil. En el caso del baño son accesorios prácticos que además contribuirán a la seguridad.
Al salir de la ducha, nuestro cuerpo y nuestro pelo están mojados y el agua se resbala, pisar directamente sobre la cerámica puede resultar peligroso. Con una alfombra sobre la que pisar habremos eliminado el peligro de los comunes resbalones en el cuarto de baño.
Al mismo tiempo y para que el baño no se moje de salpicaduras del agua de la ducha, deberemos poner una cortina o mampara que aísle esta zona del resto del espacio, para evitar que el agua de la ducha acabe por toda la habitación.
Acceder a la bañera no siempre es fácil, pues en ocasiones la altura de los laterales hace que tengamos que elevar las piernas para acceder. Podemos tener a mano un pequeño banquito como este, nos servirá para acceder más cómodamente a la bañera, pero también como asiento improvisado para desarrollar más cómodamente algunas de las actividades que se realizan en el baño.
El cuarto de baño es también el lugar perfecto en el que colocar el depósito de la ropa sucia. Nos resultará realmente cómodo desvestirnos antes de entrar a la ducha y disponer del lugar en el que depositar la ropa en ese mismo lugar, sin tener que trasportarla a otra habitación.
Fotografías: Westelm