Cosas que se pueden reciclar en el contenedor amarillo

La buena voluntad de reciclarlo todo nos lleva a cometer errores a la hora de separar los residuos en casa. Y lo que es peor, dejamos de reciclar una buena cantidad de envases que debieran ir al contenedor amarillo. ¿Quieres saber cuáles? Sigue leyendo…

Ahora que todos estamos concienciados de los beneficios del reciclaje, y que ya parece una tendencia imparable relacionada con los nuevos estilos de vida, resulta que los expertos han detectado que aún hay cosas que no sabemos bien si reciclar. El contenedor amarillo destinado a envases de plástico y envases de metal, además de bricks, es quizá el que entraña más secretos para la mayoría de la gente. Veamos que productos dejamos de echar en las bolsas amarillas por temor a errar…

Aerosoles, ¿sí o no?

Los aerosoles son recipientes de metal, vidrio o plástico no reutilizables que contienen un gas comprimido. Los primeros llegaron a España a finales de la década de los 50, y sólo a partir de los 80 se determinó que el uso masivo de aerosoles con clorofuorocarbonos (CFC) estaba dañando la capa de ozono en torno a la tierra. Su versatilidad hace que sigan siendo usados en una gran variedad de aplicaciones en casa (ambientadores, productos de limpieza, insecticidas, productos de belleza, medicamentos,  sprays de ocio, productos alimenticios…). Pero hoy día, la mayoría de ellos se fabrican con metal reciclado y ya no contienen CFC.

La vía para reciclarlos es doble: los aerosoles domésticos como la espuma de afeitar, el desodorante, la laca de pelo, el aceite en spray o la nata montada pueden desecharse en el contenedor amarillo una vez que estén vacíos. Si no se han llegado a consumir por completo deben ser llevados a Puntos Limpios de recogida especial para su tratamiento, especialmente si en el envase de citan las palabras “extremadamente inflamable”. Los inhaladores farmacéuticos deben llevarse precisamente a la farmacia y ser depositados en los puntos SIGRE. En cualquier caso, nunca lances los sprays a la basura orgánica.

Papel de aluminio, ¿es envase…?

Es un clásico ya en las cocinas para la conservación de alimentos, pero todavía nos plantea dudas su reciclaje. El papel de aluminio o papel de plata para la conservación de alimentos, cosméticos, etc. tiene su origen en las láminas de estaño que ya se utilizaban a finales del siglo XIX, que fueron reemplazadas por el aluminio progresivamente a partir de 1919 cuando se instaló la primera fábrica en Suiza.

Mientras que en los sectores de la industria y la construcción todo el aluminio se recicla, y se puede reutilizar infinitas veces sin merma de su calidad, en el día a día del hogar la cosa no se ve tan clara… Pues bien, el aluminio doméstico se debe llevar también al contenedor amarillo. Es en las plantas de clasificación y tratamiento de residuos donde las latas de bebida, las  bandejas de este metal y el propio papel de aluminio se desvían hacia otro punto mediante campos magnéticos. Allí será triturado, limpiado, fundido de nuevo y reutilizado.

Latas, ¿todas se reciclan?

Tenemos claro que las latas de refrescos y cerveza se reciclan en el contenedor amarillo, pero a veces dudamos con las latas de conservas. Las latas están hechas de hojalata o aluminio, unos materiales muy ligeros y a la vez muy resistentes. De hecho se han impuesto en la industria alimentaria por ser un producto completamente seguro y estéril que garantiza que la comida que contiene llegará al consumidor final en perfectas condiciones y con todas sus propiedades nutricionales sin necesidad de ser conservada en frío.

Su origen está en la Francia de Napoleón cuando se ofreció una recompensa al inventor que presentara el mejor método para mantener los alimentos mucho tiempo en buen estado, como requería el despliegue de tropas francesas por toda Europa. En 1810 un inventor francés se llevó la recompensa de 12.000 francos, y de ahí se extendió a todo el mundo.

Mediante un electroimán, las latas y otros envases metálicos son separadas en la planta de clasificación de residuos, y de nuevo el acero, al igual que el aluminio, se pueden volver a fundir y reutilizar cuantas veces sea necesario.

Bandejas de corcho blanco, ¿son plástico?

Las bandejas de las secciones de alimentos frescos de los supermercados están hechas con poliestireno expandido, también llamado poliespán o corcho blanco. Su principal ventaja es la higiene, ya que los microorganismos no resisten en ellas. Además, se trata de un material ligero, resistente a la humedad y capaz de absorber los impactos sin deteriorarse.

También las bandejas de poliespán deben reciclarse en el contenedor amarillo, ya que se pueden volver a reutilizar para fabricar bloques del mismo material, que contienen hasta la mitad de producto reciclado.

Fotografías: ecoembes