Hoy, 21 de marzo, es el día que empieza la primavera, eso lo sabéis todos porque las tiendas, el calendario y los medios de comunicación nos encargamos de recordároslo a cada momento, pero lo que quizá no sepáis es que el 21 de de marzo también es el día mundial del sueño.
Dormir es fundamental para nuestra salud mental, y dormir bien es importantísimo para nuestra salud física, por eso hoy coincidiendo con la celebración de este día y de la mano de la firma Hästens, queremos daros algunos consejos para mejorar la calidad de vuestro sueño, y que al levantaros por la mañana sintáis que vuestro cuerpo ha descansado y ha recuperado la energía perdida la jornada anterior.
Apostar por un buen ambiente
A la hora de dormir, debemos procurar que el ambiente de la habitación sea fresco y sobre todo oscuro, pues los ojos cerrados también perciben la luz, y esa luz que traspasa pone en marcha procesos físicos que nos harán despertar.
Seguir un horario regular
Las rutinas son altamente saludables para mantener una vida ordenada. En el caso del sueño, al mantener un horario más o menos regular para acostarnos y despertarnos, se genera una rutina saludable. De lo contrario, se altera el ritmo diurno y se corre el riesgo de dormir mal también la siguiente noche.
Relajarse antes de irse a la cama
Antes de acostarse hay que evitar llevar a cabo actividades que conlleven esfuerzo mental o físico, especialmente dentro de la habitación en la que vamos a dormir.
Exponerse a la luz del día
La luz solar permite al cuerpo ajustar el reloj interno y regular la necesidad de sueño, por eso es muy saludable obligarnos a salir a la calle en algún momento del día aunque no necesitemos desplazarnos a ninguna parte.
Levantarse si no es posible conciliar el sueño
Si cuando al acostarnos no sentimos la sensación de sueño y nos es imposible conciliar el sueño, es aconsejable levantarnos y repetir el proceso de relajación previo, para desconectar y volver a sentir el cansancio.
Practicar algún ejercicio de forma regular
El deporte cansa nuestro organismo, y el cansancio favorece un sueño más profundo y continuado, por eso se recomienda practicar algún tipo de ejercicio físico de forma regular.
No irse a la cama hambriento
Las cenas tardías y copiosas pueden dificultar el sueño, pero también la sensación de hambre. No se recomienda acostarse hambriento, lo mejor es una cena ligera y, al día siguiente, un buen desayuno.
Reducir el consumo de bebidas con cafeína
Las bebidas con cafeína como el café y el té estimulan el centro de vigilia del cerebro, si bien favorecen el inicio de la actividad por las mañanas, un alto consumo a lo largo del día puede impedir disfrutar de un sueño de calidad.
Controlar el tabaco y el alcohol
Diversos estudios demuestran que la cantidad de sueño profundo y de sueño de ensoñaciones disminuye cuando el cuerpo presenta nicotina y alcohol en sangre.
Evitar el consumo de somníferos
El uso de somníferos puede conducir a la adicción, por lo que aún siendo una buena opción para solucionar problemas puntuales, no deben utilizarse durante periodos prolongados. Es recomendable ponerse en contacto con un médico para consultar si existen otros medios de erradicar las causas de los trastornos del sueño.
Elegir una buena cama
La cama debe ser lo suficientemente ancha y larga y contar con una firmeza de colchón suficiente, de modo que no presione articulaciones, caderas, hombros y pecho. Una buena almohada en la que apoyar el cuello también mejora su sueño.
Siguiendo estos consejos conseguirás mejorar a calidad de tu sueño, te levantarás con mucho mejor humor y más energía por la mañana, y eso sin duda hará que también mejore tu calidad de vida.
Información y fotografías: Hästens
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Publicado el: 21-03-2014 | Autor: Olaia Pellón