Encimeras

Es fundamental que a la hora de elegir un material para nuestra encimera, además de encajar de forma decorativa con el estilo de nuestra cocina, sea capaz de soportar condiciones exigentes, ya que está sometida inevitablemente a manchas, altas temperaturas, humedades… Sobre ella se prepara la comida, se apoyan elementos como el fregadero y las zonas de cocción, y bajo sus dominios se encuentran tanto electrodomésticos como armarios y cajones.

Granito

Es uno de los materiales más utilizados, es resistente a las manchas, a la humedad y a las altas temperaturas. Es un material duro frente a posibles golpes y rayaduras. Además posee un acabado muy vistoso y un amplio abanico de variedades cromáticas, que van desde los clásicos blancos, grises u ocres, hasta los más intensos tonos naranjas, verdes, rojos…

Mármol

La piedra natural cuenta con la belleza que imprime la exclusividad. No hay dos piedras iguales ya que se trata de elementos traídos directamente de la naturaleza y únicamente manipuladas para adaptarlas a la medida de muestra cocina y para conseguir brillo a través del pulido. Es duro, resistente y duradero. Tiene el inconveniente de que es un material poroso que permite la filtración, dando lugar a la aparición de manchas que quedarán para siempre.

Silestone

El silestone se encuentra el la actualidad entre los materiales que más terreno ha ganado en los últimos años. Se trata de un material sintético compuesto en un 94% por cuarzo, y un 6% de resinas naturales. Ofrece una resistencia muy elevada a los golpes y es un material de mínima porosidad.

Corian

Es un material sintético. Especialmente duro que permite trabajar sobre él con la garantía de su resistencia. Se compone en un 75% por minerales naturales y por un 25% de acrílico. No tiene poros, lo que impide que la suciedad o cualquier líquido puedan penetrar en él dificultando su limpieza. Este material se presenta en una gran variedad de tonalidades, todos ellas perfectamente resistentes a la luz, que se mostrarán inalterables aún cuando se expongan de manera constante al sol.

Laminados

Los laminados suponen una opción económica aunque no duradera. Su uso es adecuado si buscamos una opción temporal. Imitan el acabado de cualquier otro material, pero sus cualidades no serán tan óptimas. Es un material castigado por las altas temperaturas y por la humedad, su uso prolongado en el tiempo quedará inevitablemente reflejado.

Acero

Material higiénico y de aire actual, encaja a la perfección en ambientes de estilo vanguardista. Soporta bien el calor y el contacto con el agua. Es un material limpio y frío de sensación, y por eso es muy utilizado en cocinas industriales y hostelería. Su principal desventaja es que se raya con facilidad y, con el tiempo, va perdiendo su brillo. Su precio es elevado.

Madera

Aunque no es la opción mayoritaria, es la ideal si deseamos recrear ambientes naturales. Se presenta en multitud de acabados y tonalidades, lo que nos permitirá adaptarlo a cualquiera que sea el estilo deseado. Debemos contar con algunos inconvenientes como su elevado grado de porosidad, y la facilidad con la que se puede rayar. Debemos poner especial atención a los productos de limpieza, la madera en la encimera, igual que en el suelo, requiere cuidados específicos.

Algunas recomendaciones

• El grosor de la encimera determinará en gran medida el estilo imperante en nuestra cocina. En la actualidad, las cocinas modernistas cuentan con gruesas encimeras.
• La terminación del canto de la encimera ha variado en función de las modas. A día de hoy, el canto recto perpendicular a la superficie, gana posiciones frente al resto de terminaciones.
• La resistencia al calor es absolutamente necesaria, si bien podemos poner especial cuidado para evitar las rayaduras, las altas temperaturas en la encimera, serán un constante que no podremos evitar.
• A la hora de distribuir nuestra encimera, es recomendable disponer de un tramo de encimera libre a cada lado de la placa de cocción, para poder apoyar los útiles que necesitemos o manipular cómodamente los alimentos.

Por Olaia Pellón