Aún a riesgo de adelantarme a la primavera más pronto de lo que debiera…
Hoy me he levantado y al mirar por la ventana he visto que las jardineras vacías que han decorado las ventanas de los edificios cercanos a mi casa, ya han empezado a tener vida, algunas ya han empezado a florecer y la verdad es que la visión de la calle es ahora mucho más alegre y colorista.
Cuando el sol empieza a colarse por las ventanas a todos nos entran unas ganas repentinas de renovar la decoración de nuestro hogar. Los primeros rayos de sol de primavera entran en nuestra casa arrasando, indicándonos qué es aquello que debemos renovar, y sin saber muy bien porqué de repente un día nos encontramos decidiendo el nuevo color que queremos que tengan las paredes, o qué nuevo mueble estamos pensando en incorporar.
Si de introducir color se trata, ninguna solución es más fácil y rápida y reporta mejores y más notables resultados que la de incorporar flores a la decoración de nuestro hogar.
Flores de todos los colores, en todas las estancias. Estamos acostumbrados a decorar con flores quizá especialmente las estancias de estar, como el salón o el comedor, pero la realidad es que un elemento de una belleza tal, no debe relegarse a ningún lugar concreto, sino estar presente en todos ellos, llenándolos de vida.
El color de las flores es vida en su propio significado, pero además al tratarse de un elemento fresco, traslada al interior de nuestra casa la naturaleza exterior, fundiendo ambos espacios y permitiéndonos disfrutar de la belleza natural en un entorno artificial.
Y aunque la flor es un elemento vivo y natural inclasificable en un estilo de decoración concreto, sino moldeable a cualquiera de ellos, es cierto que en ocasiones el tipo de flor, su color, el recipiente elegido o el tipo de arreglo, hacen que una flor cualquiera tenga una cierta tendencia hacia un estilo de decoración, y en otros momentos la tendencia contraria.
Pues esa necesidad que tenemos estos días de primavera pueden verse saciada precisamente de esta manera, introduciendo en nuestra casa flores frescas que nos permitan variar la tendencia de la decoración dominante, e introducir el color que nos falta.
Estos días nos invade la necesidad de salir al exterior, de respirar aire fresco y de disfrutar de las cosas que el invierno no nos permite, y es probable que podamos hacerlo ocasionalmente, pero no de continuo, pues esta tempranera primavera que hemos vivido estos días de atrás es solo un espejismo, pues todavía nos quedan días de bufanda que sobrellevar.
Con nuestra casa llena de flores la espera de la ansiada primavera será mucho más llevadera, tendremos la sensación de que el buen tiempo está mucho más cerca, y nuestro estado de ánimo subirá unos cuantos puntos.
Fotografías: Hydrangeaworld
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Publicado el: 18-02-2011 | Autor: Olaia Pellón