Guía para amueblar tu casa de forma inteligente

La envergadura de los muebles así como su color y el material con el que están hechos influyen decisivamente en cómo aprecia el ojo humano los espacios de una casa. Si quieres que todo parezca como hecho a medida y que los espacios tengan las piezas justas que necesitan, lee esta guía para amueblar tu casa de forma inteligente, con más de veinte consejos de interioristas…

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Muebles para el salón-comedor

  • Aquí funciona la fórmula de menos es más. Cuanto más muebles pongas en una habitación, más pequeña parecerá.
  • Los muebles de madera oscura parecen más grandes y más pesados, y dan un aire más serio a las habitaciones. Por eso son más adecuados para espacios grandes.
  • Los muebles con cristal y espejos, de metacrilato o prolipopileno crean la ilusión óptica de ser muy ligeros y de espacios grandes. Por eso son más adecuados para salones pequeños.
  • Los espacios pequeños agradecen más los muebles coordinados entre ellos.
  • Tener demasiadas cosas por las mesas, las encimeras y los estantes reduce visualmente el espacio, por lo que conviene tener en cuenta de antemano qué muebles se van a destinar a almacenamiento.
  • Los muebles de madera maciza son muy preciados para ambientes rústicos. Permiten disfrutar de la belleza natural de la madera y no siempre son más caros que los contrachapados. Estos, por el contrario, pesan menos y son más resistentes.
  • Se necesitan al menos 60 cm detrás de cada silla en torno a la mesa de comedor para poder sentarse y levantarse de la mesa cómodamente.
  • Los aparadores y muebles de televisión con patas dan más sensación de ligereza que los que quedan pegados al suelo.

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    El sofá y los sillones

    • Se considera un sofá grande a partir de 210 cm de longitud. Pequeño cuando no llega a 175 cm. Si es mejor poner dos sofás pequeños o un tresillo compuesto por un 3 plazas y otro de 2, o bien un sofá y dos sillones se debe decidir de acuerdo con las medidas y la forma del salón.
    • Una forma de testar si la estructura de un sofá es resistente, es levantarlo del lado de una pata delantera. Si al alcanzar los 15 cm, la pata contraria no se ha levantado aún, el sofá tiene una estructura endeble…
    • Los sofás deben mantenerse alejados de las fuentes de calor, especialmente los radiadores, al menos 30 cm. Esto es especialmente importante respetarlo en el caso de los sofás de piel.
    • Los sofás de respaldos altos funcionan mejor en habitaciones espaciosas y con techos altos. Los sofás con respaldos bajos crean la ilusión óptica de mucho espacio.
    • Los brazos de los sofás pueden llegar a ocupar mucho espacio. Cuanto más estrechos sean estos, mejor funcionan en la decoración de salones pequeños. Sin embargo, los brazos anchos dan más empaque y prestancia a un sofá.
    • El sofá más grande debe estar siempre en la pared más alejada de la puerta de entrada al salón…
    • Al decidirse por la compra de un sofá, conviene testar aspectos importantes como el apoyo lumbar. Si al sentarte puedes deslizar un brazo por detrás de tu espalda en la zona lumbar, la estructura del sofá no es la adecuada.
    • Otra fórmula dice que, para ser cómodo, un sofá debe tener al menos 1 metro de profundidad en total en el asiento. Esta cifra puede aumentarse hasta 10 cm más en caso de personas con las piernas largas.
    • Los sofás con patas siempre dan la impresión de ser más ligeros.
    • Los cojines rellenos de plumas en los sofás dan un aspecto relajado y casual al sofá, y resultan más blanditos. Pero necesitan ser ahuecados a diario. La espuma, por el contrario, es un relleno que da a los sofás la impresión de estar siempre bien colocados.
    • Los sofás con estampados discretos o tonos lisos se pasan menos de moda. Es más fácil poner unos cojines de estampados muy marcados, e irlos sustituyendo por nuevos colores y dibujos a medida que nos apetezca dar un cambio al salón…

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      La cama

      • Es una inversión en salud y bienestar. Por eso conviene elegirla bien. Cada 100 euros de gasto  en una cama suponen apenas unos céntimos por noche…
      • Después de un periodo de uso continuado de 8-10 años, las camas se deterioran, y conviene cambiarlas, al menos el colchón.
      • Si tienes el espacio suficiente, intenta comprar la cama lo más grande posible. Si puedes dar el salto de 1,50 a 2 metros para una cama compartida, mucho mejor.  Si en vez de camas de 90 cm puedes ponerlas de 120 cm para uso individual, también mejor… El descanso se multiplicará.

      Fotografías: Maisons du Monde

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      Categorías: Muebles

      Publicado el: 20-04-2017 | Autor: María Tebar

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