Iluminar es mucho más que ver

Poder ver en la oscuridad es el principio fundamental de la iluminación, es el que nos permite movernos con seguridad, ver aquello que estamos manipulando, y en definitiva poder desarrollar una vida normal a cualquier hora del día.

Algo así es lo que Edison debía pensar cuando trataba de inventar algo que nos permitiera ver, y que finalmente culminó en uno de los diseños más importantes de la historia, la bombilla.

Sin embargo con el paso del tiempo, y una vez cubiertas las primeras necesidades que la bombilla venía a cubrir, la iluminación se ha convertido en uno de los principios fundamentales de la decoración.

Ya no se trata únicamente de ver, sino que se trata de decorar, se trata de crear climas agradables y ambientes que nos envuelvan.  Ha llegado un punto en el que la iluminación se encarga de poner el color en las paredes o en el ambiente, bañándolo en cada momento del día del color que nos apetezca.

Pero además, la transformación del concepto de la decoración no solo ha llegado a través de las fuentes lumínicas, sino de lo decorativo de sus lámparas y de sus nuevas ubicaciones. El salón siempre ha sido la estancia en la que las lámparas de araña tenían cabida, pero hoy en día solo es una estancia más.

Las nuevas formas de vida están siendo en definitiva las que están introduciendo estos cambios en los conceptos fundamentales de la decoración. Ahora las lágrimas de cristal llegan a todas las estancias.

Los cuartos de baño han pasado de ser pequeños habitáculos destinados a la limpieza, a convertirse en auténticos espacios de salud y relax, y si una de las formas de relajarnos es leer un libro… ¿Por qué no hacerlo mientras disfrutamos de un baño? En ese momento nace la necesidad de disponer de una fuente de luz junto a la bañera, y las lámparas de mesilla se trasladan también a esta estancia.

Al mismo tiempo llega la cromoterapia, el placer de una ducha ilumada. La luz se convierte en una de las principales fuentes de novedades en el baño.

Con la llegada de la cocina de autor, la originalidad en la  presentación de los platos de comida cobra una importancia adicional, llegando a equiparar sabor y apariencia. Y es en este momento cuando la decoración entra en la cocina, y hace que esta deje de ser un espacio puramente para trabajar.

La decoración del resto de habitaciones se traslada a la cocina, haciendo que aparezcan en ella piezas que hasta ahora solo veíamos en otras estancias, como las lámparas colgantes, de brazos y tulipas.

La iluminación cumple muchas funciones dentro del hogar, por ejemplo, a los niños les aleja del miedo que les produce la oscuridad necesaria para dormir. Pequeños dispositivos, en ocasiones figurativos que se iluminan, les hacen sentirse tranquilos y a salvo durante la noche.

Además el diseño de algunas lámparas nos hace transportarnos mentalmente a otras culturas, y nos generan sensaciones de tranquilidad y espiritualidad muy necesarias en la vida actual.

Con la iluminación pasa como con los textiles, siempre decimos que son nuestros grandes aliados cuando queremos conseguir un  cambio en la apariencia de la decoración de una habitación. Diferentes tulipas con colores y acabados originales pueden cambiar por completo el aspecto de una estancia y el color de su luz.

Finalmente la iluminación no solo la podemos considerar algo decorativo que además sirve para poder ver, sino que ha llegado hasta a convertirse en la parte más interesante del diseño de un mueble, cuya estética reside en su luz interior.

Fotografías: Graham & Green, Grupo Tresse, Varenna, Modoluce, Gessi, Pallucco, Almalight, Simon

Por Olaia Pellón