Después de las fiestas navideñas, en las que hemos compartido momentos divertidos con familiares, amigos, compañeros de trabajo… llega ahora el momento del relax, de volver a la realidad, a la rutina y a la calma, y eso incluye recuperar nuestros momentos de intimidad en nuestro hogar.
Momentos que dedicarnos a nosotros mismos en la soledad de nuestro salón, minutos que dedicar a hacer las cosas que nos hacen disfrutar, leer un libro, escuchar música, tomar un café…
El compañero perfecto de esos momentos es nuestro sillón favorito, esa butaca que hemos convertido en nuestro refugio particular, sobre la que hemos disfrutado de placenteras siestas.
Si a la butaca le incorporamos un pouff sobre el que descansar las piernas, habremos creado el rincón perfecto para dejarnos llevar.
Fotografías: Potterybarn