Las vajillas de Villeroy & Boch
Villeroy & Boch lleva a cabo un exhaustivo proceso de fabricación en todas sus vajillas para ofrecer la máxima calidad en sus colecciones. El primer paso para poder conseguir una vajilla de la más alta calidad, es la minuciosa selección de las arcillas, caolines y feldespatos, que Villeroy & Boch obtiene de Alemania, Inglaterra y Francia.
Una vez se han seleccionado las mejores materias primas, se trasladan a las modernas e innovadoras instalaciones que la marca tiene en Alemania y Luxemburgo. En ambas sedes, especialistas de Villeroy & Boch trabajan para fabricar un producto perfecto, la porcelana de Villeroy & Boch. Para conseguir una porcelana de calidad sin limitaciones, es necesaria la combinación de una buena selección de materias primas, técnicas óptimas y competencia de sus trabajadores.
En el proceso de fabricación es muy importante destacar la profesionalidad y la especialización de todos los trabajadores de Villeroy & Boch. La mayoría de ellos proceden de familias con el gen de la cerámica durante varias generaciones, haciendo que se sientan arraigados e identificados con la marca.
El resultado final es una porcelana de pasta fina que mantiene toda su robustez, con una fina capa de barniz liso inmaculado y de tacto agradable. Este barniz proporciona una capa de protección a la porcelana, que junto con su diseño ergonómico, hacen de las vajillas de Villeroy & Boch aptas para su uso diario sin tener que preocuparse por lavarlas en el lavavajillas o calentarlas en el microondas, excepto las vajillas con detalles de oro o platino que no pueden ir al microondas.
