Hoy el calor aprieta y mi cuerpo pide agua. Tengo sed. El año pasado un día como este me hizo plantearme la impresionante relación del agua con la decoración, y de ahí salió un artículo que hoy os invito a releer, porque os aseguro que refresca:
El caso es que en esos golpes de calor, además de beber agua, ducharnos, resguardarnos a la sombra… y seguir todas esas recomendaciones que nos dan por activa y por pasiva, me he dado cuenta que mirar por la ventana y contemplar la fusión del agua con el paisaje, también produce una sensación refrescante.
Algunos privilegiados, lo tienen todo hecho, tan solo tienen que asomarse a la ventana para ver el mar, pero la gran mayoría tenemos que echarle imaginación al asunto, para convertir el paisaje que se ve desde nuestra ventana, en una estampa veraniega y refrescante.
Las piscinas son pequeños trozos de mar en propiedad, afortunados aquellos que disponen de un trozo de jardín en el que colocar una piscina que disfrutar de forma privada, tan solo con la compañía de los más allegados.
La gran mayoría se tiene que conformar con la piscina de la comunidad, que si bien es verdad no nos permite la misma privacidad, puede resultar en ocasiones mucho más divertida. El caso es que sea nuestra o de la comunidad, refrescará el paisaje de igual manera.
Todo lo que pongamos a su alrededor se fusionará con ella, convirtiendo el paisaje en acuático, azulado y relajante, y con tan solo una mirada conseguiremos sofocar en cierta medida, el calor que nos acecha en verano.
Al lado del agua podemos colocar el sofá, o el comedor, pero todo ello teniendo siempre en cuenta que se puede mojar, de forma que deberemos tener precaución con los materiales que escogemos, para evitar que tras un remojón inesperado queden inservibles.
A partir de aquí, el diseño de las piscinas cobra una importancia extrema, porque de ahí también se podrá prolongar la fusión con el ambiente. Existen diseños que hacen prácticamente invisibles los bordes y escalerillas que delimitan la piscina, y si tenemos el mar cerca, conseguiremos fusionarlo con la piscina.
El espectáculo acuático es tan relajante y refrescante que tan solo con mirarlo conseguiremos bajar nuestra temperatura corporal, al mismo tiempo que relajar nuestra mente.
Acabaré este artículo de igual manera que acabé aquel primero que dediqué al agua… Inodora, incolora e insípida…. Agua pura y cristalina.
Fotografías: Gandía Blasco, Unopiu
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 17-07-2009 | Autor: Olaia Pellón