La primavera ha venido, y nadie sabe como ha sido...
Es la revolución, el despertar de la vida, el principio, el resurgir… La primavera ha llegado sin previo aviso. Dicen que después de la tempestad viene la calma, y la primavera llega a nuestras casas tras meses de contemplar a través de los cristales de la ventana, una sucesión de días que nos han mostrado una amplísima paleta de tonos grises.
Todo comienza el día que al despertarnos por la mañana observamos cómo la ventana de nuestra vecina ha florecido, y el colorín que la viste, es el presagio de la alegría de la vida que está por venir. Después el cielo se tornará azul, los árboles lucirán en flor, los días serán más largos y el sol comenzará a colarse en nuestra casa durante muchas horas al cabo del día. Será en ese momento, cuando el sol ilumine nuestra casa, cuando nos demos cuenta que todo aquello que comenzó con la ilusión del sueño innovador, ocupa ahora las listas de moda “Out”.
El color de las paredes se ha quedado obsoleto. La tapicería del sofá muestra impresas las huellas de las largas tardes de invierno de siesta y café, ha perdido textura. La madera muestra el desgaste del engañoso sol de diciembre. El edredón de la cama da calor con solo mirarlo. El sol ilumina el pasillo, quizá sea ya hora de dedicar una tarde a buscar ese cuadro. Esas cortinas… ¡Dios mío! ¿Las elegí yo?
¡Nos volvemos locos! Parece que ha pasado una eternidad desde aquella primera e ilusionante intromisión al mundo de la decoración, y de repente nos encontramos repasando cada rincón de nuestra casa, para llegar a la conclusión de que necesita un cambio.
Pues si, es verdad, es el momento. Los escaparates inundan la vista de colores, gasas, flores, seda, de aromas frescos, de novedades…
Las sábanas de algodón llegan como relevo a la franela, este tejido será ahora nuestro mejor aliado para conseguir agradables y frescos momentos de descanso. En primavera, el dormitorio se torna pastel, los blancos, beiges, rosas, celestes o verdes, así como los estampados florales harán que se respire un espíritu renacido.
Todo lo contrario a la cocina donde el textil se vuelve cítrico, los naranjas, amarillos y verdes decoran ahora delantales, paños, mantelerías y manoplas.
Como contrapunto a la tendencia de muebles blancos, las tapicerías se presentan ácidas, recreando la estética de los años 80. Sofás fucsias, naranjas, azulones… hacen un guiño a la estética pop.
Las flores, imprescindibles en esta estación, nos trasladarán a los más bellos parajes naturales, sus deliciosos aromas y su alegre colorido influirán en nuestro estado de ánimo, haciendo que nos sintamos vivos, alegres, ilusionados y emocionados ante la perspectiva que representa la llegada de tan anhelada estación, en la que los planes y los proyectos se agolpan en la posición de salida.
Es el momento de ponernos el mundo por montera y hacer de nuestra casa ese paraíso soñado durante el invierno. Los textiles floreados impregnarán cortinas, cojines… el jardín se traslada al interior.
La terraza recupera el protagonismo perdido durante el invierno. Los muebles de teca o de forja se burlan ahora de las ricas maderas barnizadas de nuestro salón.
Los colores frescos, las flores, los estampados, los cojines de lino… ¿a que apetece?
La primavera ha venido, y nadie sabe cómo ha sido...
Fotografías: Destiny&Design, Textura, Yacara Decoración
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 04-04-2008 | Autor: Olaia Pellón