¿Qué agua es mejor para beber: del grifo o mineral?

Las aguas minerales han experimentado un auge en España. El mal sabor del agua del grifo en algunas zonas ha sido la principal causa. Pero también las modas, como la de poner cartas de aguas minerales importadas en los restaurantes, o la atribución de propiedades saludables y adelgazantes a las aguas de manantial han contribuido al boom… ¿Qué hay de verdad en todo ello?

Lo que tienes que saber del agua del grifo…

El agua que sale del grifo proviene de la redes de abastecimiento de agua. Un 83 por ciento de estas aguas son superficiales (procedente de las lluvias y embalses), un 14 por ciento procede de aguas subterráneas y el 3 por ciento restante son aguas desaladas (datos de la Encuesta 2012 de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España). El agua del grifo se somete a procesos de desinfección. Por lo que nos cuesta una caña de cerveza en un bar, tenemos agua para una vivienda de una familia de tres miembros durante dos días y medio.

Imagen agua grifo 1

Grohe

En general, la calidad del agua del grifo en la mayor parte de nuestro país es excelente, según un estudio de la organización de consumidores OCU. Pero también es cierto que en algunas zonas de España, especialmente las de la franja mediterránea, el agua del grifo es dura, es decir está muy mineralizada y tiene mal sabor, por lo que está muy extendido el consumo de agua embotellada.

Por otro lado, desde hace más de una década se sabe que la cloración del agua de consumo genera determinadas sustancias carcinógenas en el agua, que pueden aumentar en concreto el riesgo de cáncer de vejiga, según un estudio publicado por el CSIC. Son los trihalometanos y otros subproductos, cuyos niveles más altos se encuentran en el litoral mediterráneo (Sabadell, Alicante, Barcelona y Manresa), quedando Asturias y Tenerife con los niveles más bajos (datos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua). 

Lo que tienes que saber del agua embotellada…

Básicamente, hay tres tipos de agua embotellada: agua preparada (agua del grifo sometida a diferentes procesos tipo ósmosis, ozono, ultravioleta…), agua mineral natural (con presencia constante de determinados minerales) y agua de manantial (potable de origen subterráneo sin necesidad de tener una composición mineral constante y característica ni efectos para la salud).

El agua mineral procede de manantiales subterráneos y se envasa a pie de manantial para mantener inalterables sus propiedades. En principio, aporta mayor contenidos en minerales esenciales como calcio, magnesio, fúor… Sin embargo, conviene leer la etiqueta del producto y comprobar que no se sobrepasen determinados niveles de sales y minerales (20 mg/l de sodio; 10 mg/l de potasio; 25 mg/l de sulfatos; 10 mg/l de nitratos y 1,5 mg/l de fúor). Se clasifican en aguas de mineralización muy débil, mineralización débil, media o fuerte.

Almacenamiento del agua embotellada

El agua embotellada no es estéril; por tanto, es necesario ser precavido con su almacenamiento. Lo ideal es que no le dé la luz, comprarla en comercios donde no haya estado mucho tiempo almacenada y no dejarla mucho tiempo en casa sin consumir. Por supuesto no debe dejarse expuesta al sol o al calor (por ejemplo, en el interior del coche). En cuanto a los envases, mejor no rellenarlos varias veces, ya que el plástico con el que están fabricados desprende sustancias nocivas. Se recomienda un máximo de un rellenado dentro de las 48 horas posteriores a ser abierta y utilizar jarras o botellas de cristal para almacenarla en la nevera.

¿Cuánta agua hay que beber?

Durante muchos años se nos ha repetido la recomendación de beber 8 vasos de agua o, lo que es lo mismo, dos litros de agua diarios. Hoy se sabe que no es necesario adelantarse a la sed bebiendo tanto agua, salvo en el caso de niños, ancianos y enfermos, con más facilidad para deshidratarse. Según los últimos estudios, la sensación de sed en un adulto sano es el principal indicador para beber agua. Beber más agua de la que necesita tu organismo sólo sirve para hacer trabajar más a los riñones y mandarnos más veces a orinar.

Imagen agua embotellada 1

Stelton

¿Es más sano beber agua mineral? 

Parece que los intereses comerciales están detrás de las dudas sobre la salubridad del agua del grifo y la conveniencia de beber agua mineral para mantener la salud… Un estudio publicado hace un par de años por la prestigiosa revista de medicina British Medical Journal puso de manifiesto que la recomendación no tiene ninguna base científica. Por otro lado, no es cierto que el agua mineral adelgace: las calorías son cero en ambos casos. Según muchos endocrinos, en zonas donde el agua es de buena calidad (poco calizas y escasamente mineralizadas), lo mejor es beber agua del grifo. De hecho, se han encontrado trazas de nicotina, fármacos y drogas en las aguas envasadas (también restos de bisfenol-A, presente en muchos plásticos), ya que los tratamientos habituales se dirigen más a eliminar contaminantes prioritarios en vez de estos “microcontaminantes”, según estudios recientes de la Universidad Rey Juan Carlos y otros realizados en EEUU.  

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Categorías: Belleza y salud

Publicado el: 07-10-2013 | Autor: María Tebar

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