Revestir paredes con falsa piedra

Las paredes de piedra, tan características de las casas antiguas de campo, son una auténtica maravilla que aporta un encanto especial a cualquier ambiente de interior o exterior. Puede tratarse de un salón rustico con su chimenea y sus vigas de madera, pero también de un porche decorado con muebles de mimbre, o de un baño equipado con elementos vanguardistas en acero y cristal; el caso es que la piedra coordina perfectamente con casi todos los ambientes.

¿Cuál es su desventaja, entonces? Pues muy sencillo: muy pocas personas tienen la suerte de tener viviendas con paredes de piedra auténtica. Pero hay una solución para cualquiera de nosotros: las placas de falsa piedra que actualmente podemos encontrar en cualquier centro de bricolaje.

Imagen revestir paredes con falsa pi

Aunque al principio la variedad a escoger era muy reducida, limitándose a imitaciones de pizarra, piedra caliza y ladrillo rustico, hoy día las opciones son muchas: desde la clásica piedra arenisca o la mencionada pizarra, pasando por muchos tipos de ladrillo, paneles de hormigón de tipo industrial e incluso tablones de madera o revestimientos de bambú para exterior. Todas las placas tienen una estructura semejante; son bastante finas, y se colocan en la pared simplemente pegándolas y atornillándolas.

El primer paso para revestir una pared con piedra falsa, y conseguir que nos quede tan bonita como las de las fotografías, es medirla y acudir al centro de bricolaje para comprar el material; el encargado o dependiente nos asesorará sobre la cantidad de paneles que necesitaremos. También se necesitan tornillos con taco incorporado, espuma de poliuretano (es opcional, pero ayuda bastante a la colocación), masilla para juntas y pintura especial de tipo arenoso, del color que corresponda. También deberemos contar con una sierra de calar con hoja especial para fibra o poliéster, una espátula para la masilla, un taladro con broca adecuada, un mazo o martillo y una brocha plana del nº 01 y de cerdas duras.

Imagen Revestir paredes con falsa pi

En primer lugar, hay que serrar las plaquetas de manera que las “piedras” o “ladrillos” queden luego encajadas unos con otros. Esto significa que no hay que serrar en recto, sino siguiendo los contornos de las piezas, de manera que en el borde quede una especie de dentado. Para fijar los paneles, primero extenderemos por su parte trasera un cordón de espuma y pulverizaremos la pared con agua; después pegaremos el panel (siempre empezando por la parte inferior de la pared, de abajo arriba y en hileras horizontales) y taladraremos los agujeros para los tornillos en su perímetro, agujereando también la pared (unos veinte tornillos por panel). Los tornillos con taco se introducen con el mazo o martillo.

Imagen Revestir paredes con falsa pi

Una vez forrada toda la superficie, hay que rellenar las juntas y tapar los tornillos con la masilla; es necesario tener un poco de “arte” y aportar una textura similar a la de la placa, dándole pequeños golpecitos con la brocha. Cuando esté seca se pinta con la pintura arenosa, que extenderemos ligeramente por encima de las placas y difuminaremos con un trapo antes de que se seque.

Imágenes: Total Panel System

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Categorías: Paredes y revestimientos

Publicado el: 05-08-2010

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