Hace unos días os hablábamos de las posibilidades que el color rosa ofrecía dentro de una estancia como es el baño.
Hoy seguimos hablando de color, del mismo color, el rosa, aunque en esta ocasión cambiamos de estancia, vamos del baño a la cocina.
La cocina es una de las estancias en las que menos miedo nos suele dar apostar por el color, es frecuente encontrarnos con cocinas azules, rojas, amarillas, verdes…
El rosa no es un color que encontremos habitualmente en esta estancia, sin embargo a través de estas fotos podéis comprobar que los resultados son muy estéticos, y que el ambiente general tiene muchísima fuerza.
Si no te atreves con el rosa en los muebles, pero te gusta el color, puedes optar por incluirlo en pequeñas dosis, y optar por incluir un detalle, como un electrodoméstico, y combinarlo con muebles blancos, negros o de algún otro color neutro.
Fotografías: Leroy Merlin, Smeg, Forlady, Ruhs edition