Cuando entramos en primavera, se acerca el verano, luce el sol y suben las temperaturas incluso por las noches, tenemos que buscar soluciones decorativas que nos ayuden a dormir de una forma agradable, para descansar y levantarnos al día siguiente con las pilas cargadas.
El dormitorio que hoy os mostramos es una buena muestra de que la sencillez no está reñida en absoluto con el estilo. En este dormitorio prima la ausencia, pero cada detalle que compone su decoración esta escogido con mimo y sumo cuidado. Fijaros en las lámparas, la naturaleza de las mesillas, la suavidad de las sábanas blancas...
Sin embargo, eso no quiere decir que tengamos que renunciar a nada, y en esta segunda vista del dormitorio vemos como una de las paredes laterales está completamente abierta al exterior de la vivienda, a la piscina.
El interior y el exterior se funden en un gran espacio en el que se respira tranquilidad, calma y sosiego.
Fotografías: The White Company