Tomar el sol sin riesgos (datos que no habías oído)

Este no es un artículo más sobre cómo protegerse del sol en verano… Sequedad, arrugas prematuras, manchas solares y el temido cáncer de piel acechan como cada año. Pero aquí te contamos nuevos conocimientos resultado de estudios científicos rescientes e ideas prácticas para combatir/minimizar los problemas de la exposición solar sobre la piel. ¿Preparado…?

Llega el momento de destapar la piel para combatir el , activando nuestros mecanismos de defensa frente a los daños del sol.  Los rayos solares inciden más directamente sobre nuestro hemisferio en verano, y la piel lo acusa de forma irremediable. La salud está en juego…

Ahora se sabe que color de piel y reproducción están relacionados…

Se sabe desde hace mucho tiempo que el color de la piel humana no se distribuye al azar, sino que las personas con ancestros que han vivido más tiempo cerca del Ecuador tienen la piel más oscura que el resto. Pero desde hace muchos menos años se dispone de un nuevo conocimiento: la distribución del color en el mundo responde al objetivo de regular los efectos de la radiación ultravioleta sobre nutrientes fundamentales para el éxito de la reproducción.  Así, la piel oscura evita la destrucción de un compuesto indispensable para la reproducción, el folato, y la piel clara promueve la producción de vitamina D. Interesante, ¿no…?

¿Qué factor de protección solar necesito…?

Busca productos que protejan frente a los dos tipos de radiación solar que perjudican nuestra piel: protección UVB (la que nos quema; se indica con un nº) y protección UVA (la que nos da buen color, pero también nos ocasiona manchas irreversibles). Los de protección de alta (25,30) a muy alta (50) incluyen ambos tipos de filtros, y cada vez más las cremas solares con factor bajo. No te líes con los fototipos: salvo que seas de piel oscura de tipo mediterráneo, indio o directamente negra (fototipos IV a VI, rara vez se queman o no se queman nunca), el consejo es usar siempre de protección alta a muy alta (25 a 50), y no bajar de factor durante todo el verano…

Truco para saber cuánta cantidad aplicar

No sólo es importante encontrar el fotoprotector adecuado para tu piel, sino mucho más aplicar la cantidad correcta. Lo ideal es utiliza 2 gramos por cm2 de piel, lo que significa en la práctica; 1 línea de la longitud de tu dedo índice más la de la palma de la mano para la cara o zonas pequeñas como cuello o escote;  2 líneas para piernas, brazos o espalda… Y reaplicar el producto cada 2/3 horas.

Por qué el bronceado es cada vez menos uniforme…

A medida que pasan los años, especialmente a partir de los 30, la piel se broncea menos y lo hace de manera menos uniforme. Esto es porque producimos menos melanina, el pigmento que produce nuestra piel para defendernos del sol, y menos melanocitos (las células que la producen). Hablamos de un 10% menos cada década a partir de esta edad: impresionante dato… Por eso es importante aplicarse una buena protección UV que prevenga la acumulación del pigmento de forma desordenada formando “léntigos solares o melasma”.  Aunque no hayas alcanzado esa edad, ten en cuenta que las manchas solares están asociadas a menudo con las hormonas femeninas, y tienden a producirse en mujeres embarazadas o bien cuando se toman anticonceptivos orales o terapia hormonal durante la menopausia.

Quiénes no deben aplicarse cremas solares

No se debe aplicar cremas solares bajo ningún concepto a los niños menores de seis meses. Su fotoprotección solar debe hacerse con ropa ligera, sombreros o gorras, sombrillas, tiendas de campaña solares…

Cómo ayuda la alimentación al bronceado

La ingestión de 2-3 litros de agua al día, y la toma de frutas, verduras y hortalizas de color amarillo-anaranjado como tomates, zanahorias, fresas, albaricoques, melocotones, sandías, calabaza, así como los alimentos ricos en vitaminas C y E (cítricos, brécol…) ayudan a conseguir un bronceado más uniforme y elevan el umbral de resistencia de la piel frente a la quemadura solar.

¿Caducan los productos solares?

Sí, su duración es de doce meses desde que se abre el tarro o tubo. Por eso, conviene anotar la fecha de apertura con un rotulador permanente. Pasado ese tiempo pierde sus propiedades como filtro solar, aunque por un poco más tiempo puede utilizarse como hidratación normal.