Un apartamento señorial en el barrio Gótico

Esta joya inmobiliaria se sitúa en pleno Barrio Gótico de Barcelona, uno de los distritos más cotizados de la Ciudad Condal. La majestuosidad de esta propiedad no está reñida con el ambiente acogedor que se genera en su interior. En este sentido, sorprende la sensación de confort que se experimenta desde el primer momento en el que entras, factor experiencial clave que brindan muy pocos apartamentos de lujo con este perfil.

Un suntuoso hall recibe al visitante, un espacio dominado por unos impresionantes azulejos dorados situados en las paredes. Su diseño combina con la estética de la lámpara metálica que cuelga del techo, en el que destacan molduras doradas, iguales que las que se ubican alrededor de la puerta de entrada. En la zona inferior, los zócalos de mármol no pasarán desapercibidos para los que consideran que el lujo se encuentra en los detalles.

En este piso nada se ha diseñado o elegido al azar; cada uno de los detalles de su mobiliario y decoración está alineado con el carácter señorial y sofisticado de la propiedad, alejada de elementos ostentosos.

Los tonos salmón son los protagonistas del comedor en el que las molduras que cubren todas las paredes están conectadas con el techo a través de un friso de yeso que decora la parte superior de la estancia. A nivel de interiorismo, una estudiada combinación de muebles clásicos con lámparas de diseño modernas confiere al espacio mucha personalidad.

El área que confiere una personalidad única a esta propiedad es su cocina, que se erige en lo que, antaño, fue una antigua capilla. Se ha conservado su aspecto original con pinturas de inspiración religiosa. Cocinar en tu propia “Capilla Sixtina” ante un auditorio de comensales impresionados es una de estas experiencias vitales que, realmente, no tienen precio. Con el objetivo de no distorsionar la estética mística de la cocina, los electrodomésticos, se encuentran camuflados detrás de puertas de madera decoradas.

Desde la Sala de estar se puede disfrutar, a través de las grandes ventanas del mirador, de vistas al Puerto de Barcelona.

Dos bonitas puertas de madera y vidrio conectan el dormitorio -presidido por una gran cama doble-, con un gran vestidor desde donde se accede al espacioso baño, cuya estética refleja el espíritu contemporáneo de la propiedad en términos globales.

El piso cuenta con una estancia que se ha interpretado como una oficina en la que se encuentra un gran escritorio  y un piano que –al margen de su obvia utilidad como instrumento musical-, siempre emana elegancia y estilo.

Por su proximidad al puerto y al mar, resulta ideal para los amantes de la náutica deportiva y la playa.

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