El uso de textiles vaporosos y envolventes y materiales cálidos como la madera, hacen que este dormitorio de invierno nos trasmita el calor que deben tener los hogares durante los meses más fríos.
Este dormitorio se ha decorado utilizando como base únicamente dos colores, el blanco y el verde manzana, combinados en tejidos lisos y estampados.
Es un dormitorio muy luminoso, algo a lo que contribuye el uso de colores claros, pero lo cierto es que por la ventana entra un gran chorro de luz, y para evitar que las cortinas hagan que pierda fuerza, la ventana se ha vestido con cortinas confeccionadas en tejidos semi-transparentes y de colores muy claros.
Justo delante de la ventana encontramos un objeto de decoración muy curioso, que además de decorar, le otorga a la estancia un aire rural. Es una decorativa bicicleta de forja que incorpora un recipiente para colocar plantas.
A los pies de la cama se ha situado una pequeña superficie que puede servirnos para dejar la ropa por la noche, aunque por el día se ha decorado con detalles de color blanco.
Una colección de jarrones cuyo principal atractivo reside en la textura de su superficies, que imitan el punto de un grueso jersey de lana.
Por las dimensiones de la estancia, se ha prescindido de la mesilla de noche en uno de los laterales de la cama. Y en su lugar, en el otro lado se ha optado por un mueble más completo, que incorpora un espejo vestidor con perchero.
Fotografías: La Mallorquina