¿Os imagináis levantaros por la mañana y desayunar tranquilamente sentados en este comedor?
A simple vista trasmite esa calma y serenidad que muchos de nosotros necesitamos por la mañana cuando nos levantamos.
Esta decorado a partir de tonos verdes, azules y blancos, todos ellos en sus versiones más suaves, casi pasteles.
Dos enormes ventanas permiten que entre por ellas un enorme chorro de luz azulada, que baña por completo la estancia haciéndola verdaderamente luminosa.
Para vestir las ventanas se han confeccionado unos estores con el mismo tejido que encontramos en algunos de los cojines que hacen más confortables las sillas.
A uno de los lados de la mesa encontramos dos sillas de diseño clásico pintadas en un suave azul celeste, y al otro lado las sillas se han sustituido por un banco corrido, al que para hacer más confortable se le han colocado unos cojines confeccionados con diferentes estampados coordinados entre si.
Fotografías: Jane Churchill