La luz natural es un lujo, una fuente de vitaminas, una inyección de vitalidad… pero nuestras casas no siempre nos dan la posibilidad de disfrutar de ese privilegio natural, ya que en ocasiones la cercanía de otros edificios nos priva de ver cada día el sol.
No es ese el caso de este salón, que como podéis ver está presidido por un inmenso ventanal por el que cuela un enorme chorro de luz natural, que otorga un tono azulado a este salón. Es el salón de una gran familia, que se reúne en él a ver la televisión, leer en uno de sus sillones, o tomar un café…
Numerosas complementos de decoración textil como cojines, mantas y piezas de tela multifuncionales, hacen que el espacio parezca muy confortable y acogedor, en gran medida gracias a los estampados de cuadros, de estilo rústio y tradicional.
Fotografías: Lexington Company