Una cocina bañada por la luz

¡¡Qué importante es la luz natural!! La iluminación es una parte findamental de la decoración, pero contar con una buena carga de luz natural es un verdadero lujo, y esta cocina es un buen ejemplo de ello. La cocina cuenta con un gran ventanal sobre la encimera por el que se cuela un gran chorro de luz natural, pero además, este espacio desemboca en uno contíguo, el salón, que también cede parte de su luz a la cocina, haciendo que todo el espacio tome un tono azulado, seguramente debido a una horientación norte de la vivienda.

No se trata de un espacio muy grande, por eso se ha equipado con algunas piezas multifuncionales, como el carrito cajonera con encimera plegable, que podemos acomodar en un rincón de la cocina para que no ocupe espacio, pero que en el momento de la preparación de la cocina podemos arrimar junto a la zona de cocción para que nos sea más sencillo acceder a todo lo que necesitamos, y también para disponer de un trozo extra de superficie de trabajo.

La cocina se ha distribuído en dos frentes, uno de los cuales aloja la zona de cocción, preparación y lavado, mientras que la otra es una zona de almacenamiento. En ella encontramos un gran frigorífico, y un mural de cajones y puertas en los que esconder las cazuelas y el menaje en general. Esta zona también cuenta con una pequeña encimera en la que se ha colocado el set del desayuno; tazas, platos, una bandeja, la cafetera, el azucarerom, la jarra de la leche...

Para completar el espacio se ha dispuesto de una pequeña zona de comedor. Una pequeña mesa flanqueada por dos sillas que resulta ideal para desayunar o comer de manera informal. Se trata de una mesa extensible, que resultará ideal cuando necesitemos una superficie de trabajo extra. Una vez hayamos terminado de comers, solo tendremso que dar dos pasos para acceder a esa zona de estar en la que ese sofá de cuadros nos estará esperando para acomodarnos la siesta...

Fotografías: Ikea