Ventanas: cómo tener luz sin perder intimidad

Las ventanas en casa nos provocan a veces emociones contradictorias: las amamos porque dejan pasar la luz del día y nos permiten ver lo que ocurre a nuestro alrededor y las odiamos porque perdemos intimidad con ellas y a menudo dejan pasar el frío y el. Pero hay nuevas soluciones para estos inconveniente: con poco gasto, sin necesidad de complejas instalaciones y tirando de imaginación… ¡Verás qué ideas! 

Dejar pasar la luz que entra por las ventanas sin perder intimidad es uno de los grandes retos de las viviendas de hoy día. Los grandes ventanales y miradores en el salón y dormitorios, la proximidad de las casas circundantes y otras circunstancias exigen ser muy cuidadosos a la hora de elegir sistemas para filtrar la luz.

Además de los visillos y cortinas tradicionales, y los modernos estores, existen otras fórmulas menos exploradas (al menos, en nuestro país) para atrapar la luz y ganar intimidad en las ventanas, todo en uno. Hablamos de films translúcidos para ventanas, de vinilos adhesivos y de los pequeños visillos-estores que decoran las casas en el centro y norte de Europa. ¡La funcionalidad se impone!

Films y vinilos: no ocupan nada

Los films y vinilos adhesivos se han convertido en una solución sencilla y económica a la necesidad de que entre luz por las ventanas, al tiempo que se mantiene el hogar a salvo de miradas indiscretas, especialmente durante la noche, cuando encendemos la luz.

Los films se venden por metros en centros de bricolaje como Leroy Merlin en múltiples diseños. También existen diseños más sofisticados, como los que hemos visto en tiendas de objetos de diseño como la sueca LADP. Se adhieren a las ventanas sin necesidad de adhesivos, por electricidad estática. Por eso resultan muy cómodos a la hora de limpiar las ventanas, ya que sólo es necesario retirar el film para proceder a una limpieza pulcra y exhaustiva de los cristales.

Los vinilos son la otra fórmula moderna y divertida de decorar las ventanas con una doble función: filtrar la luz y crear intimidad, ya que los dibujos tapan algunas porciones del cristal o éste al completo, según se desee. Es importante que sean vinilos de buena calidad, ya que al adherirse al cristal, deben estar hechos de materiales que admitan limpieza en húmedo con agua o con productos limpiacristales sin despegarse.

Precios: puedes encontrar los films partir de 9 m en medida pequeña. Unos 35 € en 55 x 40 cm. En tiendas online como Tokpersonal.com hacen presupuestos sin compromiso de vinilos para cristales con sólo enviar medidas y foto de la ventana.

Visillo- estor: la combinación perfecta

Ni largos visillos con metros y metros de tela, ni enormes estores difíciles de instalar. La propuesta aquí son los pequeños visillos y estores sencillos que ocupan justo el ancho de la ventana y que se pueden instalar de forma muy sencilla. Muchos de ellos incorporan ya la pequeña barra que se fija con alcayatas a la carpintería de la ventana o al trozo de pared inmediatamente superior.  Algunos de estos visillos-estor se cuelgan fácilmente mediante una tira de velcro. Otras veces llevan simples trabillas como las cortinas o un dobladillo en la parte superior con una apertura por la que pasar la barra, que queda envuelta por la tela.

Algunos de estos visillos-estor simplemente cuelgan de la ventana y no hay posibilidad de elevarlos o moverlos hacia un lado. Pueden ir rematados en pico con una borla o con unas ondas profundas y marcadas como detalle decorativo.

Otros modelos sí pueden plegarse para permitir una mayor visibilidad, ventilar mejor, etc. El mecanismo que incorporan es mucho más sencillo que el de los clásicos estores de varillas o paqueto. Pueden llevar un par de cintas (una a cada lado) ocultas dentro de una pinza cosida en el propio tejido; se ajustan a la altura deseada tirando de la cinta y realizando una simple lazada. Quedan muy vistosos, pero no es un sistema recomendable si se suben y bajan muy a menudo, ya que puede resultar un poco tedioso repetir la operación varias veces al día. Otros modelos incorporan la cuerda por detrás, igual que los estores normales, pero no hay cuerda lateral: simplemente se ajustan a la altura deseada en cada uno de los cordones, y se realiza un pequeño nudo por detrás.

Son ideales los de tejidos translúcidos como la organza o la gasa, aunque pueden resultar más prácticos en otro tipo de telas como el lino, que filtra la luz pero impide que la casa pueda ser observada desde el exterior.

¡Tú eliges el tipo de intimidad que quieres en tus ventanas, pero sabiendo que existen nuevos sistemas económicos y sencillos de instalar!

Precios: Los pequeños visillos de organza se pueden encontrar a precios muy económicos (a partir de 9 euros) en bazares y tiendas de decoración con mucha rotación de stock. Otras tiendas como La Loja do Gato Prieto y las online como Venca y Cortina-Casa también tienen bastantes modelos a precios reducidos.

Fotografías: LABD Sweeden, Haikje, Venca, Cortina-casa